miércoles, 22 de mayo de 2013

La Fiera II



Hay un dolor reptando en el desorden del alma, aquí; donde arden mis pasiones. Hay una noche insomne que no deja de recordarte escupiendo un deseo. Habito un sueño recurrente: te acaricio el pelo y me observás bajo una sonrisa joven de resplandor cegador.
 Trato de recordar -inútilmente-, la trova romántica que me robó el habla y la prudencia; y mi pecho arde de amor, mis ojos se agrietan. 
   Fueron tres noches de enredo. Un largo trecho de escarnio: me vi obnubilada por esos versos inconclusos. 
   Escucho la música y no puedo evitar reconstruir tus acordes en el aire, la mirada vergonzosa; aquellas pupilas verdes hechas de diamante. Incontenibles, como la maldad misma. Inevitables, como la derrota que nadie supo. Agresivas son mis ansias de volver al caos infinito de tu esencia. 
¿Qué busco tratando de unirme a ese desconsuelo?
SG

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